miércoles, 25 de junio de 2008

Mouniz el Guardi se impuso en las bodas de plata de la San Silvestre



Pacto de caballeros entre marroquíes en la veinticinco edición de la San Silvestre cordobesa, prueba que el último día del año cerraba el calendario cordobés de pruebas populares, con la consideración a nivel institucional, de evento deportivo.

Si la meta volante fue para Mohamed Zowak Ziani, la prueba fue para Mouniz El Guardi repartiendo el total de los premios entre ambos corredores que labraron una estrategia desde la primera vuelta de las tres previstas por la organización, la Asociación de Vecinos el Parque, de la barriada cordobesa del Parque Figueroa. La prueba contó con el apoyo técnico del Club de Atletismo Cordobés y el patrocinio entre otros del Instituto Municipal de Deportes.


El primer cordobés en la prueba fue el atleta Diego de la Fuente Ibáñez, que entró en el octavo puesto de la general absoluta, por delante de Laureano García Alcaide que fue noveno. Este puesto da idea de la calidad de los atletas presentes en esta edición, donde el vencedor de la edición anterior, Jorge Raso, tuvo que conformarse con el quinto puesto de la general, Mohamed Erraoui sólo pudo ser tercero y Echchadli My Tahar, décimo. La prueba finalizó con cerca de quinientos corredores, solo en la prueba reina. Otro cordobés destacado fue Antonio González Morillo, que fue undécimo de la general absoluta.

En mujeres, se esperaba mucho del duelo entre la sevillana María Belmonte y la marroquí Salmah Khandisa, pero en esta ocasión la marroquí no estaba por dar concesiones y la atleta del club Diputación se hizo con el control de la prueba desde la primera vuelta y entró claramente destacada en la línea de meta, por delante de Maria Belmonte, que fue segunda y de la también marroquí Salua Benadou. Cuarta fue la atleta pacense Noelia Muñoz Ramos y quinta la cordobesa Dolores Jiménez Guardeño, que adelantó a la malagueña Beatriz Jiménez Tomé en los últimos compases de la carrera, merced al fuerte final de la veterana corredora cordobesa que no en vano, tiene una magnifica marca en los mil quinientos metros.

La prueba como ya viene siendo tradicional, fue por un lado tremendamente competitiva y por otro lúdico-deportiva, a este segundo grupo se sumaron en esta ocasión más de los atletas habituales a correr todos los años disfrazado esta prueba, destacando en esta ocasión, el gran numero de corredores que se ataviaron, con diferentes disfraces, para la gran cita. Resaltar el disfraz del Club Trotacalles que sorprendieron en esta ocasión con un traje de presidiario para hombres y de policías para las mujeres, toda un gozada para la vista del numeroso público que se dio cita en la prueba y que participó en la misma lanzado espuma y papelillos a los participantes y viceversa.

informacion sacada de www.minuto90.com